La vacuna de Pfizer-BioNTech
Hoy, dos de diciembre de 2020, apenas once meses depués de que las autoridades chinas reportaran un brote de una neumonía atípica, un país aprueba una vacuna.
El tiempo de investigación y desarrollo no tiene precedentes. Es un hito histórico que debemos reconocer y valorar. Además, y por eso hago este vídeo, se ha usado una tecnología impresionante, una innovación nano-biotecnológica que revolucionará la biomedicina.
Las vacunas contienen antígenos. Un antígeno es una sustancia que produce una respuesta inmunitaria. Los antígenos que contienen las vacunas suelen ser virus inactivados, pedacitos de un virus o una toxina, cualquiera de estas tres formas.
(Esto lo entenderán cuando vean el vídeo) Si esto representa el antígeno que tiene una vacuna, estas pequeñas piezas que calzan en él son los anticuerpos que los neutralizan. Así, cuando entra el microorganismo entero que tiene el antígeno, los anticuerpos se encargarán de neutralizar al microorganismo.
¡La vacuna de Pfizer-BioNTech no contiene antígenos!
La vacuna de Pfizer-BioNTech tiene las instrucciones para fabricar el antígeno.
Veamos. El ADN tiene las instrucciones para fabricar proteínas, pero esa información es tan preciada que está encerrada en una bóveda que es el núcleo celular. Así que las células usan ARN mensajeros para pasar la información desde la bóveda (el núcleo) hasta la fábrica de proteínas (los ribosomas). Los ARN mensajeros vienen siendo como pósit, notitas, que llevan mensajes de aquí para allá.
La vacuna de Pfizer-BioNTech está hecha de esos pósit con los mensajes para fabricar proteínas del coronavirus, tiene el ARN mensajero que tiene las instrucciones para fabricar la proteína spike, las espículas, las púas, del SARS-CoV-2.
Una vez inyectada la vacuna, los ARN mensajeros entran a nuestras celulas y allí son tratados como todos los demás ARN mensajeros propios: son traducidos en proteínas.
De esta forma, son nuestras propias células las que fabrican el antígeno del coronavirus, los cuales no serán reconocidos por nuestro sistema inmunitario y creará los anticuerpos y la inmunidad necesaria para atacar y neutralizar al verdadero virus cuando entre.
Esta innovación implica en que ya no dependeremos de bacterias o levaduras para producir antígenos, sino que pueden ser sintetizados químicamente en grandes cantidades.
Hay otros asuntos muy importantes. Por ejemplo, el ARN mensajero es muy débil, es como si las instrucciones estuvieran escritas en un papel de azúcar que se derrite al tocar cualquier superficie húmeda. El gran reto de Pfizer-BioNTech ha sido desarrollar una formulación idónea para proteger a las moléculas de ARN mensajero y que lleguen intactas a nuestras células. De ahí que se requieran tan bajas temperaturas para su conservación.
De todas formas, es una excelente noticia que me tomo con entusiasmo (como ven el vídeo). Mientras tanto, el virus sigue circulando allá afuera así que no bajemos la guardia.
Aquí el vídeo: