Estamos siendo testigos de un circo más del régimen. Esta vez por una presunta «molécula científica» que «anula 100 % al coronavirus» sin efectos colaterales a «moléculas sanas». La han llamado DR-10.
En unas declaraciones científicamente escuetas, la ministra de ciencias del régimen dejó saber que la DR-10 sería un derivado del ácido ursólico. El ácido ursólico fue descubierto en 1920 en la cera de la cutícula de la piel de las manzanas.
Este compuesto también se encuentra en la piel de ciruelas, tomates y peras, en las hojas de romero, salvia, tomillo y orégano, así como en muchas otra plantas.
Ácido ursólico (o DR-10)
El ácido ursólico pertenece a una gran familia de compuestos orgánicos con propiedades bioactivas, conocidos como terpenoides. Por ejemplo, los cannabinoides, el mentol, y la curcumina son todos terpenoides. La estructura química de estos compuestos los hace responsable de su actividad sobre tejidos vivos.
Está bien documentado el efecto farmacológico del ácido ursólico. Se le atribuyen propiedades neuroprotectivas, anticancerosas, antimicrobianas, sedativas, hepatoprotectivas, antiinflamatorias, antioxidantes y reguladoras de la glucosa en sangre, lo que hace que el ácido ursólico sirva como un potencial agente preventivo y terapéutico para diversas enfermedades.
Con respecto a su actividad antiviral, se ha documentado que inhibe al VIH, al virus de la hepatitis C y al virus de la necrosis hempatopoyética. Al momento de escribir esta entrada, existen cuatro publicaciones científicas que sugieren que el ácido ursólico tendría un efecto inhhibitorio sobre el SARS-Cov-2. Veamos:
Para intentar identificar compuestos fitoquímicos naturales de plantas medicinales, con el fin de reutilizarlos frente a la COVID-19, diversos grupos de investigación de la India y de China han llevado a cabo estudios de simulación de acoplamiento y dinámica molecular.
Usando programas bioinformáticos, los científicos asiáticos enfrentaron modelos de los receptores en la membrana del coronavirus contra modelos de cientos o miles de moléculas conocidas. Es como construir un rompecabezas químico: si encuentras dos piezas que se acoplan, ¡bingo! Tienes un candidato terapéutico.
El primer reporte que sugiere un potencial efecto terapéutico del ácido ursólico contra el coronavirus es de mayo 2020, de investigadores chinos. Luego, investigadores indios han conseguido resultados similares que han publicado en junio, agosto y septiembre de 2020.
¿Es seguro el ácido ursólico o la DR10?
Sin embargo, el ácido ursólico es malamañoso. Tiene una solubilidad muy baja (difícil administración y absorción) y su biodisponibilidad (la velocidad a la que llega a los tejidos) en muy pobre. Además, se ha reportado algunos efectos adversos indeseables e interactúa con la microbiota intestinal con una administración oral.
Es por ello que hay mucho interés en conseguir moléculas derivadas del ácido ursólico con mejores propiedades farmacocinéticas. ¿Será la presunta DR-10 una molécula «mejorada» del ácido ursólico? ¡No se sabe!
Parece ser cierto, sin embargo, que la DR-10 sí ha sido sometida a ensayos in vitro en el IVIC. La Asociación de Investigadores del IVIC, Asoinivic (una agrupación seria, profesional, responsable, ejemplar y que respeto profundamente), publicó un comunicado en el que felicitan a los grupos de investigación involucrados en este trabajo.
No obstante, los ensayos in vitro distan mucho de conseguir un medicamento. El desarrollo de un medicamento es un asunto de muchos años de trabajo y miles (no una) moléculas candidatas. Como bien declara la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela (Acfiman), con este asunto de la DR-10 el régimen está creando falsas expectativas en la población sobre la disponibilidad de tratamientos contra la COVID-19.
En resumen, queda un largo, larguísimo camino por recorrer entre descubrir una actividad in vitro (en cultivos celulares, no en animales ni en humanos) y desarrollar una droga. De hecho la mayoría de las moléculas candidatas a convertirse en un medicamento no llegan a usarse jamás. Sobre asuntos similares he escrito antes. Primero sobre sembrar acetaminofén (https://felixmoronta.pro/sembrar-acetaminofen/) y después sobre la moringa candanga (https://felixmoronta.pro/moringa/).
El IVIC investiga al coronavirus
Aprovecho para reconocer el enorme esfuerzo que los investigadores del IVIC están haciendo durante la pandemia. No solo prestan apoyo para el diagnóstico, sino que (a pesar de las condiciones deplorables del país entero) ellos siguen investigando. Al menos cinco buenas investigaciones sobre el SARS-Cov-2 han logrado publicar, empezando desde el mismo mes en que la pandemia fue declarada:
- Role of changes in SARS-CoV-2 spike protein in the interaction with the human ACE2 receptor: An in silico analysis
- Unrevealing sequence and structural features of novel coronavirus using in silico approaches: The main protease as molecular target
- Conserved HLA binding peptides from five non-structural proteins of SARS-CoV-2-An in silico glance
- Understanding Severe Acute Respiratory Syndrome Coronavirus 2 Replication to Design Efficient Drug Combination Therapies
- SARS-CoV-2 host tropism: An in silico analysis of the main cellular factors
Mientras tanto…
…para poder entender y creer mejor toda esta historia, no queda sino esperar la publicación científica (que no anuncios en cadena nacional) sobre la DR-10, la presunta molécula venezolana anticoronavirus.
Para saber más: Qiang Sun et al. (2020) Ursolic acid: A systematic review of its pharmacology, toxicity and rethink on its pharmacokinetics based on PK-PD model. Fitoterapia, Volume 147, 104735.
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