Todavía digiero las ideas de Un Manifiesto Ecomodernista que leí recientemente; ha sido un descubrimiento muy emocionante. Me seducen mucho las ideas que postulan un grupo de 18 personalidades (escritores, científicos, defensores del planeta y ciudadanos como nosotros) de 5 países (EEUU, Canadá, Australia, GB e India) sobre el poder que tiene la humanidad para revertir el impacto negativo que ha tenido nuestra presencia sobre el medio ambiente. Veamos qué postula el ecomodernismo.
El ecomodernismo (o ecopragmatismo) postula que la tecnología y la innovación es nuestra aliada para desacoplar el desarrollo económico y social del impacto ambiental negativo que suele generar colateralmente. Esta posición está en las antípodas de los movimientos ecologistas tradicionales, quienes luchan porque retomemos modos de vidas ancestrales, rurales y simples para preservar la naturaleza y mitigar el cambio climático.
¿Se imaginan a 7 mil millones de personas como granjeros de subsistencia o de recolectores-cazadores? ¿Miles de millones dependiendo de madera, pieles y carnes de animales silvestres? No necesitaríamos 4 planetas más, sino cientos. Por ejemplo, hasta tres cuartas partes (75 %) de la deforestación global ocurrió antes de la Revolución Industrial, cuando la humanidad presuntamente estaba en armonía con la naturaleza. No solo eso, sino que nuestras vidas eran más cortas y la calidad de vida infinitamente inferior. Nadie en su sano juicio querría volver a un modo de vida en que las enfermedades eran prominentes, la nutrición pobre y con apenas tiempo para el ocio. Una época en la que, de paso, extinguíamos animales silvestres. Señores, no hay vuelta atrás; el ecomodernismo traza una hoja de ruta formidable.
Las afirmaciones audaces del ecomodernismo van en contra de la nostalgia ambientalista, donde el pasado es la referencia. En cambio, dicen los autores del manifiesto, el futuro para la humanidad y para el planeta dependerá de nuestra creatividad en el desarrollo de formas más avanzadas de la tecnología.
La tecnología nos ha vuelto menos dependientes de muchos ecosistemas que alguna vez nos ofrecían nuestro único sustento. A medida que la gente se libró de las labores del campo (gracias a la tecnología), inmensos grupos de personas estuvieron disponibles para otros quehaceres, como la innovación. El desarrollo de la ciencia y la innovación tecnológica fue clave para la mejorar el rendimiento de los cultivos (más alimentos con menos tierra) y la optimización en la obtención de energía.
La tecnología que la humanidad ha desarrollado puede permitirnos mitigar el cambio climático al mismo tiempo que protege la tierra y alivia la pobreza. El ecomodernismo aprueba la urbanización, la agricultura intensiva (cultivos biotecnológicos incluidos, como este o este otro), la energía nuclear, la acuicultura (como el caso reciente del salmón) y la desalinización; mientras que desaprueba la ruralización, la agricultura de bajo rendimiento y las formas de energía renovable con grandes demandas superficie, los cuales demandan más actividad humana sobre el medio ambiente.
El acceso abundante a energía moderna y limpia es un prerrequisito esencial para el desarrollo. La disponibilidad de energía barata, limpia y abundante, postula el ecomodernismo, permite que los pobres no recurran a los bosques para buscar combustible y que se cultive más comida en menos tierra (tractores y fertilizantes). La energía permite reciclar las aguas negras y desalinizar el agua de mar, para así dejar de explotar los ríos y acuíferos. También permite reciclar metales, vidrio y plástico, en lugar de extraerlos de la naturaleza. La energía nuclear es idónea para este cometido.
La intensificación de la agricultura y la adopción global de cultivos biotecnológicos liberaría el uso de la tierra y ahorraría recursos. Con estas modalidades de producción de alimentos, los rendimientos de las cosechas son mayores (más alimentos en menos tierras), necesitan menos recursos (menos agua, menos pesticidas, menos fertilizantes) que la agricultura industrial actual y algunos son independientes de suelos fértiles. Dice el ecomodernismo que ello dejaría más hectáreas libres para reforestación.
El desarrollo alcanzado, a su vez, permitiría que personas de los países más pobres se mudaran a las ciudades y obtuvieran mejor educación y empleo. La vida urbana aceleraría la transición demográfica, disminuyendo la tasa de mortalidad infantil y los índices de fertilidad (tendencias que ocurren naturalmente).
Destaco, además, dos puntos del ecomodernismo que me enamoraron y que suscribo absolutamente:
- Estas ideas modernas, que algunos pensarían transgresoras, se inspiran en un profundo amor por el medio ambiente y en una conexión emocional con él. Queremos un planeta con mucha biodiversidad y con mucha naturaleza virgen. Se deben establecer compromisos duraderos para la preservación de los ambientes nativos.
- Con demasiada frecuencia y simpleza se confunde la modernización con el capitalismo, el poder corporativo y el neoliberalismo. Cuando el ecomodernismo habla de modernización, se refiere a la evolución social, económica, política y tecnológica de las sociedades a largo plazo.
Las ideas del ecomodernismo están muy bien fundadas y, de primeras, parecen muy alentadoras. Sin embargo, la creatividad, el ingenio y las buenas intenciones de sus autores pueden chocar frontalmente contra muchas personas que, sin ser ambientalistas, rechazan de plano cualquier atajo tecnológico a los problemas medio ambientales actuales. He leído incluso detractores acérrimos que tildan al ecomodernismo de utópico.
Tal vez sea algo soñado, sí, pero yo estoy convencido de que los humanos debemos abrazar, no minimizar, nuestra enorme influencia sobre el planeta. Debemos comprender y promover la innovación para hacer nuevamente verde y silvestre a la Tierra, al mismo tiempo que todos los países logran estándares de vida modernos y sin pobreza material.
¿Qué opinan de ecomodernismo? ¡El debate está servido!
En inglés hay muchísima información en este tema, pero traigo tres reseñas en español que me parecen bien sensatas: Los ecomodernistas replantean la sustentabilidad, Ecomodernismo vs. Ecologismo 1 y Ecomodernismo vs. Ecologismo 2.
Hola, recién pocos días atrás me entere de la existencia del ecomodernismo. El manifiesto pone en palabras algunas ideas que yo vengo sosteniendo de manera mas bien empírica. Sin dudas creo que es necesario desacoplar lo mas posible el desarrollo con la naturaleza, no es posible en seguir extendiendo la frontera agrícola sobre bosques y humedales, por ejemplo. También es interesante el planteo -que al menos yo interprete asi- que la conservación de la biodiversidad debe ser algo que se busca no por razones únicamente utilitarias, mas bien por razones éticas, humanistas.